Arturo Durazo estuvo al frente de la Dirección Federal de Seguridad del Distrito Federal durante el gobierno de López Portillo. Detenido en Puerto Rico y extraditado a México con los cargos de contrabando, fraude, evasión fiscal y acopio de armas.

Uno de sus inmuebles incautados más famosos fue “El Partenón”, ubicado en Zihuatanejo, Guerrero. La mansión mide 20,000 metros cuadrados y costó $700,000,000 de pesos.

En la entrada se encontraban réplicas de la Venus de Milo, Minerva, Marte que daban paso a la estancia que ocupa toda una planta; el piso es de mármol de Carrara y en el centro se encuentra un Zeus de dos metros de altura hechos de bronce.

"El Negro" Durazo fue la cara más visible corrupción del sistema político en aquella época. Su inexplicable riqueza sobrepasaba el cinismo. El Partenón es un ícono de esa corrupción.

En 1984 fue detenido y la justicia lo acusó de acopio de armas y de abuso de autoridad por lo que pasó ocho años en la cárcel. Al salir, Durazo ya no pudo regresar al Partenón ni a otras de sus propiedades confiscadas.

Se dice que muchos policías fueron usados como albañiles para construir la oda de su jefe, quien murió en el año 2000. Luego de ganar un litigio con el gobierno mexicano, éste inmueble ahora le pertenece a la administración del estado de Guerrero.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación cedió los derechos de la mansión del "Negro Durazo" al gobierno de Guerrero. Este sitio será dispuesto para un centro cultural.

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