Joya de la arquitectura que deslumbra al mundo el Teatro Colón de Buenos Aires junto a la Ópera de Viena y la Scala de Milán es unos de los tres teatros más reconocidos y deseados por los artistas de todo el planeta. Está reconocido en el mundo por su espectacular acústica y por su valor patrimonial, una evidencia de la influencia de la cultura arquitectónica italiana y francesa en Argentina.

Comenzó a construirse a fines del siglo XIX. Fue cerrado y completamente restaurado en el período 2007-2011 y festejó su centésimo séptimo aniversario en 2015.

Inaugurado el 25 de mayo de 1908 con la ópera Aida de Giuseppe Verdi. Originalmente la cúpula de la sala principal fue pintada por el artista francés Marcel Jambon, pero su deterioro hacia 1932 provocó que durante años no existiera una pintura decorativa hasta que se encargó una nueva a Raúl Soldi, en la que trabajó entre diciembre de 1965 y marzo de 1966 sin cobrar nada. En el centro de la cúpula se encuentra una araña de bronce y cristal de roca, con un peso de más de una tonelada y un diámetro de 7 metros. En la cúpula existe un espacio que permite ingresar músicos para generar diferentes efectos de sonido.

El Teatro Colón cuenta con talleres de producción especializados para realizar todos los elementos necesarios de la escenificación de un espectáculo, y que permite que la mayoría de los telones, elementos escenográficos, vestuario y todo lo necesario para una puesta en escena completa se construya en el mismo.

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