En biología, tegumento, integumento o sistema tegumentario es la cobertura natural de un organismo o un órgano, como su piel, corteza, concha, o cáscara. La palabra tegumento deriva del latín 'tegumentum', que significa "cobertura".

En el ser humano, el sistema tegumentario está formado por la piel, el cabello, las uñas, el tejido subcutáneo (bajo la piel), y varias glándulas. La función más obvia del sistema tegumentario es la protección que da la piel a los tejidos internos. La piel no solo retiene las sustancias más nocivas, sino que también evita la pérdida de fluidos.

Una función importante del tejido subcutáneo es conectar a la piel con los tejidos subyacentes, tales como los músculos. El pelo del cuero cabelludo proporciona a la cabeza un aislamiento contra el frío. El pelo de las cejas y pestañas ayuda a mantener el polvo y el sudor fuera de los ojos y el pelo de nuestras fosas nasales ayuda a mantener el polvo fuera de las cavidades nasales. Cualquier otro pelo en nuestros cuerpos ya no tiene ninguna función, pero es un vestigio de la evolución. Las uñas protegen la punta de los dedos de manos y pies de una lesión mecánica. Las uñas de los dedos nos dan mayor capacidad para recoger objetos pequeños.

Hay cuatro tipos de glándulas en el sistema tegumentario: glándulas sudoríparas, glándulas sebáceas, glándulas ceruminosas y las glándulas mamarias. Todas ellas con diferentes funciones.

Más información: es.wikibooks.org