La guerra de las Dos Rosas fue una guerra civil que enfrentó intermitentemente a los miembros y partidarios de la Casa de Lancaster contra los de la Casa de York entre 1455 y 1487. Ambas familias pretendían el trono de Inglaterra, por origen común en la Casa de Plantagenet, como descendientes del rey Eduardo III.

El antagonismo entre ambas casas comenzó con el derrocamiento y asesinato del rey Ricardo II, en 1399, pero fue durante los años 1455 y 1489 cuando se desarrollaron las principales acciones armadas de la guerra de las Dos Rosas.

El nombre "guerra de las Dos Rosas" o guerra de las Rosas, en alusión a los emblemas de ambas casas, la rosa blanca de York y la roja de Lancaster. La guerra se dio principalmente entre los miembros de la aristocracia terrateniente y ejércitos de los señores feudales. Cabe destacar que la pelea entre las facciones se prolongó más allá de la época del Rey Enrique VI, ya que los monarcas que le siguieron impulsaron la continuidad de los enfrentamientos.

La guerra de las Dos Rosas provocó la extinción de los Plantagenet y debilitó enormemente las filas de la nobleza, además de generar gran descontento social. Este período marcó el declive de la influencia inglesa en el continente europeo, el debilitamiento de los poderes feudales de los nobles. En contrapartida, el crecimiento en influencia de los comerciantes y de la monarquía centralizada bajo los Tudor. Esta guerra señala el fin de la Edad Media inglesa y el inicio del Renacimiento.

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