El corredor de la muerte es el nombre que se le da a un conjunto de celdas de los condenados a muerte. En este lugar se encuentran los reos que esperan su ejecución.

Luego de que un individuo es encontrado culpable de un crimen y sentenciado a muerte, permanece en el corredor de la muerte mientras está en curso cualquier procedimiento de apelación.

Los presos pueden pasar años en este lugar, mientras esperan por los excesivos costos de apelación. En Estados Unidos casi una cuarta parte de muertes en estas prisiones son debido a causas naturales. Los prisioneros suelen tener limitadas sus comunicaciones.

Sin embargo en el año 2000, se aprobó el funcionamiento de una red social "Write a prisoner", la cual posibilitó que casi 300 reos con penas capitales puedan tener contacto con el exterior.

Los opositores a la pena de muerte denuncian que el aislamiento e inseguridad del prisionero sobre su destino constituye una forma de crueldad. Lo que los condena a terminar mentalmente enfermos.

Langosta, helado o fruta tropical, son algunas de las peticiones que diferentes presos condenados a muerte en Florida (Estados Unidos) piden como última comida antes de su ejecución. Esta tradición, es una costumbre muy antigua en casi todo el mundo.

El caso de Lester Bower en el estado de Texas, un hombre de 67 años que pasó 30 años en el corredor de la muerte por el asesinato de 4 personas. Fue ejecutado con una inyección letal de pentobarbital en la carcel de Huntsville.

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