A menos de una hora de la capital de Senegal, Dakar, hay un lago inusual que llama la atención por su color rosado. El lago Retba, o lago Rosa como es conocido por los lugareños, está separado solamente por algunas dunas estrechas del océano Atlántico y es considerado Patrimonio de la Humanidad.

El lago Retba se ubica en el noroeste de África, en la península de Cap-Vert, 40 kilómetros al norte de Dakar, la capital de Senegal. Ocupa solo 3 km2 y no hay ninguna ciudad importante desarrollada a lo largo de sus costas.

El Lago Retba o Lago Rosa (Lac Ros en francés) es, quizá, uno de los fenómenos naturales más curiosos del mundo y es que su nombre lo toma del color de sus aguas: rosa.

El color rosa distintivo del lago Retba es causado por el alga Dunaliella salina, que se siente atraída por el alto contenido de sal del lago. Estas algas producen un pigmento rojo con el fin de absorber la luz del sol, dando así al lago su color único. Este es especialmente visible durante la estación seca (de noviembre a junio) y menor en la época de lluvias (julio-octubre).

Dada la gran cantidad de sal que posee, no muchos organismos vivos son capaces de sobrevivir, por lo que sirve principalmente como un punto turístico y como fuente de ingresos de muchas familias que se dedican a la cosecha de la sal.

No es el único lago de color rosa en el mundo. Hay otros lagos cerca de Bakú, Azerbaiyán o en Jeddah, Arabia Saudita, pero son más pequeños o artificiales.

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