La Victoria alada de Samotracia nos aguarda en lo alto de una escalinata del Museo del Louvre, imponente con sus dos metros y medio, a pesar de que le falta la cabeza. Representa a Niké, diosa de la victoria. Pertenece al tardío período helenístico. Es de mármol y fue esculpida hacia el 190 a. C.

Un manto y una fina túnica envuelven el cuerpo de la diosa y se adhieren a él con gracia infinita; en otros tramos, la ropa se agita con el viento, en un alarde de virtuosismo del desconocido escultor. La estatua fue descubierta en 1863 en la isla de Samotracia por un cónsul francés aficionado a la arqueología.

Se utilizaron varios bloques de mármol ensamblados de manera que no se ven las juntas entre ellos. Para unirlos los antiguos griegos utilizaron una especie de grapas hechas en bronce.

Se esculpió para conmemorar una victoria naval por lo que Niké tiene como pedestal la proa de un barco realizado en mármol gris de la isla de Rodas. Proyecta la sensación de acción y a la vez de triunfo.

En 1950 se descubrió parte de su mano derecha. Ésta fue unida a los dedos anular y pulgar que habían sido encontrados anteriormente por unos arqueólogos austríacos.

El año 2013 se hizo la más completa restauración de la escultura. La primera se efectuó entre los años 1864 y 1866. El ala derecha de la Victoria de Samotracia no es auténtica, sino una versión simétrica hecha en yeso del ala izquierda que sí es original.

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