La chinche asesina pertenece a la gran familia cosmopolita de hemípteros predadores del suborden Heteroptera (incluye cerca de 7000 especies) y están distribuidos en todo el mundo.

Reciben su denominación por la manera fría y calculadora con que acechan a sus presas, levantan un pico en forma de daga y se lo clavan a la víctima inyectándole su saliva paralizante.

Tienen muy comúnmente una cabeza alargada con un cuello angosto, patas largas, y un rostro o pico prominente y segmentado.

Se trata de una chinche que mide 4-40 mm. de longitud corporal, poderosa, y con un diseño variable de rojo y negro, tanto en el cuerpo, como en los élitros y las patas. Siempre tienen rojo el primer segmento del pico.

Los huevos puestos en otoño pasarán el invierno de manera que las ninfas eclosionan la siguiente primavera, y tras cinco mudas llegan al estado adulto a la mitad del verano.

Se las conoce también como insectos besadores, ya que acostumbran a picar al ser humano durante la noche en tejidos blandos como labios o párpados. Su picadura es muy dolorosa y puede causar graves reacciones alérgicas.

Usan el largo rostro para inyectar saliva letal que licúa el interior de la presa, que posteriormente absorben.

Las patas de algunos de estos hemípteros están cubiertas de finos pelos, sirviéndoles para fijarse a la presa mientras se la comen. Son capaces de matar a presas más grandes. Como ninfas, algunas especies se cubren con restos vegetales, o con los restos de presas muertas.

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