Nessun dorma es un aria de la parte final de la ópera "Turandot" del genial Giacomo Puccini. Esta ópera, que quedó inconclusa, fue su obra póstuma. Las dos últimas escenas fueron terminadas por Franco Alfano bajo la supervisión de Arturo Toscanini y, en 2001, Luciano Berio compuso un nuevo final basado en el libreto y en los esbozos de Puccini.

El día del estreno de la ópera Toscanini dirigía la orquesta y cuando muere Liu y el coro canta "Liù, bontà perdona! Liù, docezza, dormi! Oblia! Liù! Poesia!", interrumpió la interpretación, dejó su batuta, se dio vuelta poniéndose de cara al público y dijo: "Aquí finaliza la ópera, porque en este lugar murió el Maestro" y se bajó el telón. Recién en la segunda noche se brindó la versión completa.

En el repertorio lírico no existe un aria que transmita tanta esperanza triunfal como Nessun dorma, que significa "Que nadie duerma", y que canta el Príncipe Calaf.

La Princesa Turandot se casará con aquel que descifre tres enigmas, Calaf consigue resolverlos pero la princesa le ruega a su padre que no la entregue al extranjero. Viéndola temblar de miedo Calaf le propone a Turandot un reto que la liberará de su compromiso, que ella adivine su nombre antes del amanecer y él morirá.

Los heraldos de la princesa transmiten en todo Pekín el decreto exigiendo que nadie duerma hasta que se adivine el nombre del príncipe extranjero. Calaf espera su destino en los jardines de palacio interpretando este impresionante himno de esperanza.

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