Iliá Yefímovich Repin (1844-1930) fue un pintor prolífico ruso. Hoy es recordado como el primer gran artista ruso en ganar fama en toda Europa.

Fue estudiante de Kramskoi, y rápidamente adquirió la habilidad suficiente como para ser aceptado por la Academia Imperial de las Artes. La ideología del grupo tuvo un profundo efecto en Repin.

A medida que su arte se desarrolló, encapsulaba perfectamente lo que estaban tratando de lograr. Obras como «Los sirgadores del Volga» reflejan las muchas facetas de la vida en Rusia en aquel tiempo. Este movimiento fue la génesis del realismo ruso con el que Ilya Repin está tan estrechamente asociado.

A través de su trabajo, querían democratizar el acceso al arte y también a lo que representaba ese arte. En sus cuadros mostraban escenas de todos los sectores de la vida en Rusia, destacando particularmente la desigualdad social y la injusticia.

Se concentró en representar a sus sujetos tal y como eran, la dureza de su trabajo se muestra sin sentimentalismo; ni glorificado, ni romantizado. Esto fue pionero en aquella época, provocando que los rusos burgueses comprendieran cuál era su nivel de vida para los demás y la deuda que ellos tenían con las clases trabajadoras.

Su obra Procesión de Pascua en la región de Kursk se considera con frecuencia un Iván el Terrible y su hijo. Este óleo muestra a un horrorizado Iván que abraza a su hijo agonizante, a quien acaba de golpear y herir mortalmente en un acceso de furia.

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