Malí es un país sin litoral en la zona desértica y del Sahel de África occidental. Sus 17,6 millones de habitantes, de los cuales 47 % son menores de 15 años, están distribuidos a lo largo de 1 240 000 de km2, si bien el 90 %vive en el sur, cerca de los ríos Níger y Senegal. Su capital es Bamako.

La agricultura y la pesca son los pilares de la economía del país. El oro y el algodón son las principales exportaciones, complementados por las remesas que los migrantes envían desde el exterior.

Tras un golpe de Estado militar ocurrido en 2012, siguió un período de inestabilidad política e inseguridad que duró tres años. Sin embargo, la situación parece estarse normalizando, y según el Banco Mundial, el PIB del país creció en los últimos años.

En Mali, el 60 %de la población vive en las zonas rurales, donde la agricultura y el agropastoreo son las principales ocupaciones y la tasa de pobreza es de 53 %. Esa situación impulsa la emigración.

El cambio climático tendrá repercusiones particularmente profundas en Mali y en otros países del Sahel, donde reducirá los espacios destinados a la agricultura, la pesca y el pastoreo, agravará los conflictos por la tierra y obligará a las personas a emigrar más al sur, o a otros países.

Con todo, la agricultura tiene excelentes posibilidades de desarrollo. El principal obstáculo es la falta de acceso a la financiación y a los recursos y servicios que necesitan especialmente los jóvenes para emprender actividades productivas.

Más información: es.wikipedia.org