Entre los años 1399 y 1485 Inglaterra estuvo enfrascada en guerras civiles entre las casas reales de Lancaster (representada por la rosa roja) y la de York (representada por la rosa blanca).

Inmortalizado en las obras de William Shakespeare en el siglo XVI, este período es uno de los más turbulentos de la historia de Inglaterra. Estuvo repleto de un elenco de personajes excéntricos que culmino con el diabólico Ricardo III.

Esta era inauguró una de las más famosas y ampliamente conocidas dinastías reales, los Tudor. Luego de la derrota de Ricardo III en 1485 en manos de Enrique Tudor, de la casa de Lancaster, este se casó con Isabel de York (hija de Eduardo IV) uniendo de este modo las dos casas reales en una sola representada por la rosa Tudor, una combinación de roja y blanca.

Más información: en.wikipedia.org