El periodo Neógeno que abarca unos 23 millones de años, es una división de la escala temporal geológica que pertenece a la Era Cenozoica. Ha sido clasificado en dos subsistemas: Mioceno y Pioceno.

Es un período de enfriamiento progresivo, con temperaturas más bajas que durante el Paleógeno y con la glaciación de los polos y de Groenlandia.

La geografía terminó de constituirse en la distribución actual de tierras y mares, excepto algunos ligeros detalles que más tarde se completarán en el transcurso de los tiempos cuaternarios.

Al final de la era Mesozoica, la distribución geográfica era la siguiente: un gran continente norteatlántico ocupaba casi todo el norte del hemisferio boreal desde Groenlandia, Norteamérica y Siberia, hasta Rusia, cerrando el circuito una gran isla escandinava formada por Rusia occidental, Finlandia y Escandinavia.

Al sur se extendía el archipiélago europeo, que se enlazaba con las tierras americanas.

Un gran Mediterráneo central estaba, desde el Oriente sudasiático hasta el mar de las Antillas, pasando por el actual Mediterráneo.

En el hemisferio austral, un continente africano-brasileño y otro australiano-indo-malgache eran los 2 grandes masas de tierras.

El levantamiento pirenaico fue un episodio, se fracturaron los continentes australes, Australia quedó aislada en comunicación temporal con Asia.

Este aislamiento antiguo explica que su fauna de mamíferos evolucionase de modo independiente de las de Eurasia, con tipos y formaciones arcaicas.

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