Aunque se pueda pensar que el nombre de la Sala de las Dos Hermanas está relacionado con algún hecho histórico o legendario, en realidad es conocida así por las dos grandes losas gemelas de mármol que hay en el piso.

Este espacio fue el centro de una de las residencias de la sultana. Su cúpula es, sin duda, una de las joyas de la Alhambra (1325-1369), Patrimonio de la Humanidad junto con el Generalife y el Albaicín.

La sala de las Dos Hermanas fue construida por Muhammad V durante la primera parte de su reinado. La sala es cuadrada, con techos de lazo y alcobas que comunican con las Habitaciones de Carlos V y, a través de un balcón, con los Jardines del Partal.

La entrada a la sala se realiza a través de un arco semicircular festoneado, que conserva las puertas de madera originales. A través de un pasadizo podemos llegar a los aposentos altos, con techos labrados en el siglo XVI. A la cámara del mirador se accede a través de tres pequeños arcos, con mocárabes en los arcos laterales y albanegas labradas en el central. A través de sus ventanas podemos tener una vista del Patio de los Leones.

El pavimento de la sala, de mármol, posee una pequeña fuente con surtidor y un canalillo que conduce el agua hasta el patio de los Leones. El elemento más impresionante de la sala, por su belleza y perfección, es la cúpula de mocárabes que encontramos en su techo, en la que la iluminación ha sido perfectamente estudiada, mediante la abertura de ventanitas laterales.

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