Las aves se originaron a partir de dinosaurios carnívoros bípedos del Jurásico, hace 150-200 millones de años, y se pueden considerar los únicos dinosaurios que sobrevivieron a la extinción de finales de la Era Mesozoica, ya que las evidencias fósiles y los análisis biológicos muestran que las aves se pueden clasificar como un subgrupo dentro de los dinosaurios terópodos.

Son animales vertebrados tetrápodos, homeotermos, con el cuerpo cubierto de plumas, pico córneo sin dientes (en las aves actuales), extremidades anteriores modificadas para poder volar, y reproducción mediante huevos que incuban hasta su eclosión.

La evolución de las aves dio lugar a las más de 18 000 especies actuales​ (a las que hay que añadir 153 extintas en tiempos históricos), y aunque constituyen un grupo muy diverso, presentan una gran homogeneidad anatómica y fisiológica.

Las aves habitan en todos los ecosistemas terrestres y también en los océanos. Su tamaño varía desde 6,4 cm en un colibrí hasta 2,74 metros en el avestruz. Los comportamientos son diversos, en especial en lo relativo a la alimentación, nidación, migraciones, apareamiento y tendencia a asociarse en grupos. Pueden comunicarse mediante señales visuales, llamadas y cantos. Algunas destacan por su inteligencia y por la capacidad de transmisión de habilidades a las nuevas generaciones.

El animal más antiguo conocido que se clasifica como ave es el Archaeopteryx, cuyos fósiles se encontraron en Alemania.

Más información: es.wikipedia.org