Estados Unidos se destaca por ser el país con mayor consumo de refrescos por persona en el mundo. En promedio, los estadounidenses consumen cientos de latas al año, lo que convierte a los refrescos en una parte esencial de la cultura y el estilo de vida estadounidense. A pesar de las crecientes preocupaciones por la salud que han llevado a algunos a optar por otras bebidas, los refrescos siguen siendo muy populares.

El consumo de refrescos en Estados Unidos está influenciado por varios factores, como la disponibilidad, el marketing y las preferencias culturales. Las grandes cadenas de comida rápida y los supermercados ofrecen una amplia variedad de refrescos, lo que facilita su acceso. Además, las campañas publicitarias han jugado un papel importante en mantener la popularidad de estas bebidas.

Sin embargo, en los últimos años, ha habido un aumento en la conciencia sobre los efectos negativos del consumo excesivo de azúcar, lo que ha llevado a algunos consumidores a buscar alternativas más saludables. A pesar de esto, el consumo de refrescos sigue siendo significativamente alto en comparación con otros países.