El cristianismo es la religión más profesada en Argentina, siendo el catolicismo romano su confesión mayoritaria. Este trasfondo histórico se debe en gran medida a la influencia española ejercida a través de los nuevos territorios conquistados. Sin embargo, la afiliación a iglesias protestantes va en aumento y la inmigración a lo largo del siglo XX ha traído a Argentina otras religiones de diversas regiones.

En 2019, el 79,6% de la población de Argentina es cristiana, el 62,9% pertenece a la Iglesia católica romana, el 15,3% es evangélica, el 1,4% son otros cristianos, el 18,9% no tiene afiliación y el 1,2% pertenece a otras religiones.

La sociedad, la cultura y la política de Argentina están profundamente imbuidas del catolicismo romano. El lugar que ocupa la Iglesia en la identidad nacional argentina, que abarca todo el espectro ideológico, se debe a la perpetua capacidad de los argentinos de distintos bandos políticos y sociales para encontrar algún nivel de apoyo en la Iglesia. Aunque el catolicismo romano no es la religión oficial del Estado, y la libertad religiosa está garantizada por la Constitución, representantes católicos participan en muchas funciones estatales. En la actualidad, las áreas de controversia entre la Iglesia y el Estado incluyen la anticoncepción, las políticas económicas y la controvertida participación de la Iglesia en la Guerra Sucia.

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