El chubasco, también conocido como aguacero o chaparrón, es un tipo de precipitación cuyas características principales son su gran intensidad y la rapidez con la que aparece y con la que finaliza.

La precipitación es en forma líquida (lluvia) y cuando está acompañada de granizo es preferible usar el término granizada.

Los chubascos son la consecuencia de la inestabilidad que puede existir en la atmósfera. Se trata de una forma típica de lluvia de convección. Suelen producirse en días soleados y calurosos y se deben a la formación de nubes de desarrollo vertical (cumulonimbus). La precipitación suele producirse durante la tarde y a comienzos de la noche; en el mar se forman tras el paso de un frente frío.

La intensidad de la lluvia es la fuerza con la que cae la lluvia y puede variar desde una llovizna fina hasta un aguacero torrencial. En el caso de los chubascos o aguaceros se trata de lluvias breves de gran intensidad pero cuya duración puede modificar sustancialmente los efectos de la misma.

En un mismo chubasco, la intensidad de la lluvia puede variar considerablemente, desde una llovizna en el borde exterior hasta un chaparrón muy fuerte en su parte central: es muy frecuente que en un punto descargue un cumulonimbo una enorme cantidad de lluvia y a unos 100 metros de distancia no haya caído ni una gota.

Más información: es.wikipedia.org