¿Qué rituales diarios de la mañana o la noche pueden mejorar las vidas de las personas?

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Son muy diferentes entre sí. ¿Por qué? Porque las acciones que realizas en la mañana establecen “el tono” que va a tener tu día. Mientras que los nocturnos te ayudan a lograr el descanso que tanto necesitas (físico y mental):

MATUTINOS:

1. Hacer tu cama : La idea es que apenas te levantes, organices tu cama. Las sabanas y las cobijas. No tiene que quedar perfecta, solamente organizada. El objetivo de este hábito es que empieces el día consiguiendo tu primer logro. Inicias cada mañana sabiendo que ya estás tomando acciones y eso crea tracción para que sigas así el resto del día.
2. Meditar: Con cualquier práctica meditativa (mindfulness, Meditación Trascendental, ejercicios de respiración, etc) logras múltiples beneficios. Desde incrementar tu cantidad de materia gris (en otras palabras ser un poquito más inteligente), logras tener más capacidad de concentración y auto-control y también logras ser una persona más empática (pornerte en los zapatos de otras personas). En resumen, es un hábito que solamente tiene beneficios.
3. Escribir en un diario (Journaling): Si inicias el día escribiendo cosas por las que estás agradecid@, tus objetivos y lo que esperas del día, le estás diciendo a tu cerebro en qué concentrarse. Es lo mismo que cuando quieres comprar un carro X, y de repente empiezas a ver “más frecuentemente” ese modelo. Tu cerebro se concentra en la información más reciente. Así cuando la escribes cada mañana, le estás diciendo en qué concentrarse.

NOCTURNOS:

1. Dejar tu celular fuera del cuarto: La luz azul de los celulares (específicamente en la noche) afecta tu cerebro. Le envía la señal equivocada. Le está diciendo que es de día, cuando es verdad es momento de descansar. Así el cerebro afecta su capacidad de producir melatonina (la hormona que funciona al dormir). Te daña todo el ritmo circadiano y así no descansarás bien y por ende cuando estés despierto al día siguiente no funcionarás a tu máximo potencial.

Nota: Por más que leas sobre hábitos, existen metodologías para convertir una acción en un hábito (es decir que la realices de forma repetitiva sin esfuerzo mental).