Todos recordamos a Steve Jobs como una de las mentes más brillantes de nuestra historia reciente, pero el fundador de Apple no solo fue famoso por las innovaciones tecnológicas, sino también por el carácter motivador e inspirador que contenían cada una de sus famosas frases. Entre ellas, existe una que fue esencial a la hora de comenzar a construir el imperio que aún sigue vigente.

A mediados de 1983, Apple lanzó al mercado a “Lisa”, un ordenador personal que pretendía conquistar a todos aquellos usuarios inexpertos en el terreno de la informática, pero el resultado no fue el esperado. “Lisa” era un ordenador muy caro y no tuvo mucho éxito, por lo que Apple quedó al borde de la quiebra.

Jobs, al comprender que debía buscar ayuda externa, se dirigió a John Sculley, director ejecutivo de Pepsi y le ofreció ponerse al mando de Apple, pero éste rechazó la oferta.

Fue entonces cuando Jobs, miró a Sculley y pronunció la frase que cambió para siempre la historia de Apple: “¿Quieres vender agua azucarada el resto de tu vida, o quieres venir conmigo y cambiar el mundo?” (“¿Do you want to sell sugar water for the rest of your life, or do you want to come with me and change the world?”)

Ante esa frase, Sculley no tuvo dudas. A los pocos días, el directivo de Pepsi abandonó la compañía y se unió a Apple como nuevo director general y CEO.

Y la historia de Apple empezó a cambiar: un año después, lanzó la nueva versión de su “Macintosh”, que fue un auténtico éxito de ventas.

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