Entre los días 16 y 22 de julio de 1994, a una velocidad de aproximadamente 60 km/s, el cometa Shoemaker-Levy 9 (SL9) fragmentado en 23 pedazos, impactó en el hemisferio sur de Júpiter, generó "cicatrices" en su superficie, una mancha oscura por cada impacto, siendo visibles durante varios meses.

El cometa fue descubierto por Carolyn y Eugene Shoemaker y David Levy, en la noche del 24 de marzo de 1993 en una fotografía tomada en el Observatorio Palomar en California (EE.UU.), convirtiéndose en el primer cometa observado girando alrededor de un planeta en lugar del Sol, algo bastante inusual.​ En julio de 1992 la órbita del SL9 entró en la zona de influencia de la gravedad de Júpiter, quedando atrapado y la fuerza de ésta lo destrozó. Posteriormente fue observado como una serie de fragmentos de hasta 2 km de diámetro.

Los impactos comenzaron el 16 de julio y finalizaron el 22 de julio de 1994. Los astrónomos, que habían previsto ver los efectos de los impactos desde la Tierra, quedaron maravillados por el evento. El más grande de éstos impactó el 18 de julio creando una mancha oscura gigante de más de 12.000 km de diámetro, se estimó como una explosión de energía equivalente a 6 millones de megatones, 600 veces el arsenal nuclear de la Tierra.​ La mancha negra generada fue tan oscura que pudo ser vista por aficionados y fue capaz de cegar algunos de los telescopios que la observaban.

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