La figura de Sargón de Acad (2270 a.C.-2215 a.C.) llamado el Grande, se convirtió en legendaria tras derrotar a Lugalzagesi de Umma, el último rey de los sumerios, quien reinaba sobre un vasto territorio alrededor de la ciudad de Uruk.

Sargón reunió bajo su dominio toda la Mesopotamia meridional y fundó hacia el año 2350 a.C. el primer imperio del que haya quedado memoria escrita en la historia, un reino que además de Mesopotamia incluía una parte de Irán y Siria.

Sus primeras conquistas militares las realizó fuera de Mesopotamia, por el oeste y el noroeste. Sus textos dicen que el dios Dagán le concedió el poder sobre una amplia zona territorial. Mari, Iarmuti, Ebla y las regiones del Amanus y del Tauro cayeron bajo sus armas.

Se desconoce si Mari y Ebla fueron destruidas o no por Sargón; lo más probable es que hubiese exigido fuertes tributos a sus habitantes.

Asimismo, llevó sus ejércitos por zonas del nordeste, área elamita, derrotando a los reyes de Arawa, de Awan y de Markhasi, que habían hecho frente común contra el acadio. Después pasó a Susa y desde allí, tras conquistarla, alcanzó el Golfo Pérsico, arribando en barco hasta el país de Dilmun, que también conquistó.

Con todas estas posesiones estableció un gran anillo territorial alrededor de Sumer, pero sin desafiar a ninguna de sus ciudades-estado, a la sazón en manos de Lugalzagesi de Uruk. Finalmente, Sargón atacó Uruk, desmantelando sus murallas y capturando a Lugalzagesi y a sus 50 gobernadores.

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