Juana de Arco (6 de enero 1412 – 30 de mayo de 1431), heroína francesa y santa de la Iglesia católica. Su lugar de origen es Domrémy, Lorena, noreste de Francia. Fue hija de campesinos acomodados, Jaques d’Arc y de Isabelle. Cuando Juana tenía trece años aseguró haber oído el llamado de Dios.

Su infancia transcurrió durante el sangriento conflicto enmarcado en la guerra de los Cien Años que enfrentó al delfín Carlos, de Francia, con Enrique VI de Inglaterra por el trono francés.

Con 17 años encabezó el ejército real francés, convenció al rey Carlos VII de que expulsaría a los ingleses de Francia y éste le dio autoridad sobre su ejército en el Sitio de Orleans. Juana de Arco consiguió derrotar a los ingleses y levantar el cerco de Orleans, el 8 de mayo de 1429. A continuación, realizó una serie de campañas victoriosas que permitieron la coronación del delfín como Carlos VII de Francia (17 de julio de 1429).

Tuvo un infructuoso ataque contra parís en septiembre de 1429, tiempo después fue capturada por los borgoñones el 24 de mayo de 1430. Entregada a los ingleses, Juana de Arco fue trasladada a Ruán y juzgada por un tribunal eclesiástico acusada de brujería. Días más tarde reafirmó el origen divino de las voces que oía, por lo que, condenada a la hoguera, fue ejecutada el 30 de mayo de 1431 en la plaza del mercado viejo de Ruán.

Fue beatificada en 1909 y canonizada en 1920, año en que Francia la proclamó su patrona.

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