En la naturaleza podemos observar una gran cantidad de formas vivientes muy diferentes en forma y modo de vida, es la biodiversidad, una de las mayores riquezas del planeta, que abarca desde minúsculas bacterias hasta grandes mamíferos, e incluye microorganismos, hongos, algas, plantas y animales, sin olvidar las especies extintas.

A pesar de esta variedad, los seres vivos presentan una gran uniformidad en su organización y funcionamiento, por lo que la vida se mueve entre la unidad y la diversidad, fruto de la evolución. Entre estas características comunes, o atributos de los seres vivos, destacamos:

- Están formados por las mismas moléculas, entre ellas los ácidos nucleicos, que contienen la información genética, en forma de genes, en número variable según la especie.

- Están constituidos por células, existiendo organismos unicelulares y pluricelulares. Esta premisa excluye formas acelulares como los virus, la frontera de lo viviente.

- Se nutren obteniendo materia y energía, y pueden conservar su equilibrio interno, mediante delicados mecanismos de regulación.

- Se relacionan detectando estímulos y emitiendo respuestas adecuadas.

- Pueden reproducirse generando individuos nuevos por reproducción asexual y/o sexual, heredando los genes de su progenitor o progenitores, respectivamente.

- Sus genes pueden experimentar cambios, son las mutaciones, principal causa de la biodiversidad y de la formación de nuevas especies.

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