La respuesta correcta es: "NO".

El hecho de realizar alguna actividad física o deportiva, en sí, no nos abre el apetito. La actividad física moderada o de baja intensidad no nos abre el apetito pero el ejercicio de alta intensidad y de larga duración sí puede darnos la sensación de hambre.

Esa sensación de hambre está arrojada por mecanismos fisiológicos que existen en nuestro cuerpo.

Nuestro sistema corporal es complejo y no siempre en todas las actividades que realizamos a lo largo del día obtenemos energía de una misma fuente, de hecho, la obtención de energía depende fundamentalmente de la intensidad y de la duración de las actividades físicas.

Principalmente los sistemas de obtención de energía se dividen en dos grupos según la necesidad o no de oxígeno, y estos son:

-Las que no requieren oxígeno: los fosfágenos y la glucólisis no necesitan de oxígeno para obtener energía, son más comunes en actividades anaeróbicas.

-Las que requieren de oxígeno: para poder hacer uso de este sistema, es necesario disponer de oxígeno, en este caso hablamos del sistema oxidativo, que generalmente usará hidratos de carbono, en segundo lugar grasas y en último lugar las proteínas.

Por lo tanto si tu cuerpo está sufriendo el exceso de peso y no deseas sentir hambre al terminar de hacer tus ejercicios, utiliza una intensidad baja o moderada pero no dejes de hacer ejercicios o tu deporte favorito.

Más información: es.wikipedia.org