Los Vacceos es un conjunto de pueblos que ocuparon un extenso territorio de unos 45000 km2 al norte del cauce medio del Duero, y que aparecen en la historia en el año 220 a.C.

Esta etnia se formó a mediados del siglo V a.C. proveniente de las últimas etapas del Soto. Lo vemos en sus construcciones de adobe, tapial y madera, en la base cerealista de sus subsistencia y la ubicación en el mismo espacio de los dos momentos culturales.

La cultura Vaccea presenta de todas formas cambios que la individualizan, como la aparición de necrópolis, metalurgia del hierro extendida y surgimiento de oppida.

Construyeron auténticas ciudades estado, como Cauca, Intercatia o Pallantia, al modo de los grandes oppida de centroeuropa, con áreas funcionales, así como las necrópolis.

Las casas eran de adobe y tapial y la techumbre era vegetal. El suelo estaba apisonado, y la vida se estructuraba en torno a un hogar central.

Es una sociedad jerarquizada, que vemos reflejada en los ajuares de las necrópolis, donde hay una clara división en clases sociales.

Basada en la agricultura de cereal; era tan importante como para que en 134 a.C. Escipión hiciera quema intensiva de los campos vacceos que aprovisionaban a Numancia.

El segundo pilar era la ganadería, con fauna de ovicaprinos que comparten el carácter principal en la ganadería de todo el ámbito celtibérico.

Inhumaban a los miembros más pequeños de la comunidad bajo las viviendas. Creían en la vida más allá de la muerte.

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