El 13 de octubre de 1972, un avión con 5 tripulantes y 40 pasajeros se estrelló contra unos riscos de la cordillera de los Andes.

De las 45 personas en el avión, diecisiete murieron en el accidente o poco después, otra pasajera murió al octavo día debido a sus lesiones. Los 27 restantes tuvieron que enfrentarse a duras condiciones ambientales de supervivencia en las montañas congeladas. Once personas más morirían antes de que los sobrevivientes fuesen encontrados y rescatados.

Dos meses después de la caida, ya perdida toda esperanza de ser encontrados, Fernando "Nando" Parrado, Roberto Canessa y Antonio Vizintín partieron en busca de ayuda. Creyendo encontrarse en territorio chileno, caminaron hacia el oeste, sin saber que se estaban internando en el encadenamiento principal de los Andes. El tercer día de marcha, Antonio resbala, se lesiona y debe volver.

Diez días después de dejar el grupo, y habiendo caminado unos 59 km, Parrado y Canessa llegan a un río que no pueden vadear debido a la corriente. Canessa comienza a sentirse mal, por lo que Nando debe llevar las dos mochilas. Al amanecer del día siguiente, ven en la otra orilla a un arriero. Este no los puede oir pero Nando arroja una piedra con un papel escrito solicitando ayuda. El arriero buscaria el auxilio necesario.

El grupo pudo sobrevivir durante 72 días y no morir por inanición gracias a la decisión grupal de alimentarse de la carne de sus compañeros muertos (práctica denominada antropofagia).

Más información: es.wikipedia.org