Este poema fue escrito por Víctor Jara, (1932-1973), mientras esperaba la muerte en el estadio Nacional junto a miles de compañeros; difícil entender como, sabiendo que el momento de morir se le acercaba, pudo llegar a escribir este poema lleno de espanto, pero, al mismo tiempo, con una ventana abierta a la esperanza. Fue torturado y asesinado en Chile por las fuerzas represivas de la dictadura de Pinochet, como el solía decir por “la sinrazón del poder".

Jara nos describe de una manera muy subjetiva pero realista aquella época en la que él tuvo que vivir y luchar. ¿Cómo es posible que la gente acepte la tortura, un acto tan antinatural y tan demoledor? Nos muestra como el trabajo y el esfuerzo de un pueblo por su país, finalmente no sirve para nada…y sobre todo nos muestra la falta de expresión de la libertad. También expresa el pesar por aquella gente, que prefería la muerte antes que enfrentarse a esa situación de dolor y llanto.

Iniciado en el teatro, puso en escena numerosas obras de autores como Brecht y Sófocles que representó en varios países de Europa y América: Su actividad musical se acrecentaría a partir de la campaña electoral de la Unidad Popular durante la cual presentó el álbum Canto libre. Junto con Isabel Parra e Inti-Illimani, entró en el Departamento de Comunicaciones de la Universidad Técnica del Estado; editó el disco El derecho de vivir en paz, mejor composición del año. Autor de "El arado", "El cigarrito" o "Te recuerdo Amanda".

Más información: www.pinterest.com.mx