Edmund Emil Kemper III (Burbank, California; 18 de diciembre de 1948), más conocido como Edmund Kemper, es un asesino en serie estadounidense al que también se le conoce como El asesino de las colegialas, que estuvo activo en la década de 1970.

Comenzó a mostrar síntomas de sociopatía en la adolescencia, y con 15 años cometió su primer crimen. Mató de un disparo a su abuela, sólo "para ver qué se sentía al asesinarla", e hizo lo mismo con su abuelo. A raíz de eso, estuvo internado en el Hospital Estatal de Atascadero, pero logró el alta rápidamente gracias a la amistad que trabó con su psicólogo.

A comienzos de la década de los setenta secuestró, asesinó, violó y descuartizó, a varias estudiantes que se encontraba en la autopista. Tiempo después se supo que aquellos actos estuvieron siempre precedidos por discusiones con su madre, a la que también terminó matando, esta vez con un martillo, mientras dormía.

El 7 de mayo de 1973 es formalmente acusado de 8 asesinatos en primer grado. Como Kemper había contado absolutamente todo sin la asistencia de un abogado, ahora para su abogado defensor le resultaba complicado argumentar locura o incapacidad para afrontar el juicio.

Además estaba el hecho de la inteligencia y gran coherencia que tenía para expresarse. Cuando le preguntaron qué castigo pensaba que merecía, contestó que "la muerte por tortura".

Kemper escapa a la pena de muerte porque acaba de ser abolida en el estado de California, donde más tarde fue restablecida.

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