"Las Danzas Eslavas" son una serie de 16 obras para orquesta compuesta por Antonín Dvořák en 1878 y 1886 y publicada en dos grupos: Opus 46 y Opus 72. Originalmente escritas para piano a cuatro manos, las Danzas Eslavas fueron inspiradas por las danzas húngaras de Johannes Brahms

Antonín Dvorak (1841-1904), compositor checo, demostró disposición para la música desde niño. Inició sus estudios en Zlonice en 1853 y los prosiguió en Praga durante el período 1857-59. Luego tocó la viola en una orquesta hasta 1871. Al mismo tiempo emprende su actividad de compositor. El primer éxito alcanzado en este ámbito fue un Himno con texto de Hálek (1873). Gracias a esta obra obtuvo el cargo de organista de la Iglesia de San Etelberto, que conservó hasta 1877.

En sus obras de juventud, el autor de "La Sinfonía del Nuevo Mundo" imitaba los modelos románticos, especialmente los de Mendelssohn. En la década de los años 60 se puede apreciar en su música cierta ambigüedad tonal y frecuentes modulaciones hacia ámbitos tonales lejanos. Pero a partir de 1874, Dvorak se alejó del influjo de compositores como Liszt y Wagner y desarrolló un estilo algo más convencional y clásico.

En esa época comenzó a estudiar el folclore de su país, cuyos principales elementos utilizó posteriormente en sus composiciones. Así, incluyó en su obra ritmos sincopados de danzas populares como la mazurca, la dumka o la sparcirka, y abandonó la práctica de la anacrusa, ya que esta no existe en el folclore checo.

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