El bostezo es un reflejo que dura entre 4 y 7 segundos y se caracteriza por una larga fase inspiratoria con apertura gradual de la boca, seguida de un breve clímax con estiramiento muscular y una rápida fase espiratoria con relajación muscular.

Para los peces y las aves, se describe como una apertura gradual de la boca, que permanece abierta durante al menos 3 segundos y, posteriormente, un cierre rápido de la boca. Casi todos los animales vertebrados, incluidos mamíferos, aves, reptiles, anfibios e incluso peces, experimentan bostezos

El bostezo se produce con mayor frecuencia en adultos inmediatamente antes y después de dormir, durante actividades tediosas y como resultado de su cualidad contagiosa. Suele asociarse al cansancio, el estrés, la somnolencia, el aburrimiento o incluso el hambre.

En los seres humanos, el bostezo suele desencadenarse por la percepción de que otros bostezan (por ejemplo, ver a una persona bostezando o hablar por teléfono con alguien que bosteza). Es un ejemplo típico de retroalimentación positiva.

Este bostezo «contagioso» también se ha observado en chimpancés, perros, gatos, pájaros y reptiles, y puede darse entre miembros de distintas especies.

Los estudiosos han propuesto unas veinte razones psicológicas para el bostezo, pero hay poco acuerdo sobre la primacía de alguna de ellas.

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