La enorme ave corredora que llamamos avestruz ya era conocida por los griegos, que la llamaban 'struthiokámelos', literalmente ‘pájaro-camello'.

Al pasar al latín, la palabra perdió la referencia al camello y adoptó la forma 'struthio', -onis, que fue recogida siglos más tarde por la antigua lengua provenzal de Oc como 'estrutz'.

El estrutz de los provenzales cruzó los Pirineos y se estableció en España como estruz y, en poco tiempo, se convirtió en 'ave estruz', como registraba en 1611 el diccionario de Rosales. Sin embargo, la forma estruz, marcada como voz antigua y con remisión a avestruz, siguió apareciendo en el Diccionario de la Academia hasta 1884.

En América, el equivalente local del avestruz adoptó el nombre indígena de 'ñandú', como se llamaba el pájaro-camello en la lengua de los indios guaraníes.

El avestruz es un ave grande que no vuela, sino que es corredora. Se halla en África, y en tiempos pasados también habitó en Oriente Medio. Es la más grande y la más pesada de las aves que aún existen; puede alcanzar los tres metros de altura y pesar unos 180 kg.

Sus largas patas, que son potentes y musculadas, están perfectamente adaptadas para correr, llegando a alcanzar más de 70 km/h durante unos treinta minutos.

Su longevidad está entre los treinta y cuarenta años, aunque en cautividad pueden llegar a cumplir cincuenta años.

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