Un neutrón es una partícula subatómica, es decir, es uno de los componentes que conforman el átomo, y se encuentra ubicado en el núcleo. Está presente en el núcleo atómico de prácticamente todos los átomos, excepto el protio (o hidrógeno-1, el isótopo más abundante del hidrógeno), siendo necesario para la estabilidad de los núcleos.

Se caracteriza por no tener carga eléctrica. Aunque en realidad está compuesto por tres partículas elementales cargadas llamadas quarks, cuyas cargas sumadas son cero.

Tiene una masa 1838,5 veces mayor que la del electrón y 1,00137 veces la del protón. Fuera del núcleo atómico son inestables, teniendo una vida media de 14.7 minutos.

El neutrón fue predicho teóricamente en 1920 por Ernest Rutherford, recibió el nombre de "neutrón" de William Harkins en 1921 y en 1932 fue descubierto y documentado por James Chadwick.

Es esencial para la producción de energía nuclear. En la década posterior a su descubrimiento, los neutrones se utilizaron para inducir muchos tipos diferentes de transmutaciones (conversión de un elemento químico en otro).

Con el descubrimiento de la fisión nuclear en 1938, se comprendió rápidamente que, si un evento de fisión producía neutrones, cada uno de estos neutrones podría causar más eventos de fisión, en una cascada conocida como «reacción nuclear en cadena».

Estos eventos y descubrimientos condujeron al primer reactor nuclear autosostenible (Chicago Pile-1, 1942) y a la primera arma nuclear (Trinity, 1945).

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