El primer avión de reacción operacional, el He 178, se diseñó en Alemania y voló por primera vez en 1939. Constituyó la base sobre la que se construyó el He 280, el primer caza de reacción del mundo, aunque nunca estuvo en servicio activo. Luego se adaptó el diseño de este para desarrollar el Me 262, el primer caza de reacción activo de la Segunda guerra mundial y el más conocido de este período. En 1941 el Reino Unido desarrolló un avión experimental similar, el Gloster E.28/39, el cual tenía capacidad para transportar armas pero nunca se las equiparon.

El Messerschmitt Me 262 Schwalbe recién en 1944 se volvió operacional. El Gloster Meteor británico podía alcanzar velocidades de más de 900km/h y fue utilizado para interceptar y destruir los misiles alemanes V-1 en 1945, también se utilizó en algunos combates, aunque nunca entraron en territorio enemigo para evitar que su tecnología fuera robada por alemanes o soviéticos.

Los primeros cazas de reacción no contaban con radar, con la excepción de los Me 262, ni otros equipos avanzados de aviónica. En general disponían del mismo equipamiento que los modelos con motor de pistón y utilizaban ametralladoras y cañones como armas principales, si bien algunos Me 262 emplearon misiles aire-aire contra formaciones de bombarderos y podían llevar bombas.

Los aviones operacionales que participaron fueron:

Alemanes

Messerschmitt Me 262

Heinkel He 162

Reino Unido de Gran Bretaña

Gloster Meteor

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