La masacre de Wounded Knee sucedió el 29 de diciembre de 1890,​ cerca del arroyo Wounded Knee, ubicado en Dakota del Sur, EE. UU.

Wovoka fue un revolucionario líder espirírual indio. Promulgaba el triunfo de los amerindios por abandondo pacífico del hombre blanco. Esto generó un ambiente de cierta exaltación que intranquilizaba a los gobernantes.

El general Nelson Miles ordenó el arresto de Pie Grande, jefe indio que apoyaba a Wovoka. El jefe fue interceptado por el mayor Whitside, del Séptimo de Caballería, mientras movilizaba su tribu al encuentro con otras tribus a favor del hombre blanco, en un intento por restaurar la calma. Los indios no ofrecieron resistencia, y se les hizo acampar en el arroyo Wounded Knee. El coronel James Forsyth llegó para tomar el mando y dispuso cuatro cañones Hotchkiss alrededor del campamento.

A la mañana siguiente, exigieron la entrega de todas las armas de fuego indias. Se dice que un indio sordo llamado Coyote Negro, se resistió alegando que su rifle le costó mucho dinero. En el forcejeo el arma se disparó accidentalmente, lo que provocó un inmediato intercambio de disparos. Pero cuando los indios corrieron para ponerse a cubierto, la artillería abrió fuego indiscriminado. Murieron unos 300 indios (contanto 200 mujeres y niños) y 25 soldados.

Los 20 soldados que más mataron fueron galardonados con la Medalla de Honor. Aún a principios del siglo XXI, varias organizaciones siguen reclamando la retirada de estas condecoraciones.

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