Majo o Maho es el nombre que recibían los antiguos aborígenes de las islas de Lanzarote y Fuerteventura −Canarias, España− antes de la conquista europea en el siglo XV. Actualmente se denomina majo a los pobladores de Lanzarote y majoreros a los de Fuerteventura.

La teoría más extendida es que los habitantes de las islas se denominan majorero debido a su oficio. Eran hombres que trabajaban en el campo y eran ganaderos.

Se dedicaban a la ganadería, agricultura, recolección y pesca. La cabra, al igual que en la actualidad, era la especie animal más importante de Fuerteventura. De estas, aprovechaban la carne y la leche con la que producían queso y manteca para elaborar sus platos.

En cuanto a la agricultura, destacaba el cultivo de cebada que convertían en gofio. Este plato ha pasado de década en década para convertirse en uno de los más importantes y típicos de la gastronomía majorera.

Para preparar estos alimentos y realizar el trabajo, los majoreros utilizaban y fabricaban herramientas de hueso y piedra y utensilios de cerámica.

Los majoreros de Fuerteventura vivían en construcciones de planta circular conocidas como “casa honda”. Consistían en muros de piedras grandes que los pobladores completaban con arcillas, piedras más pequeñas y conchas.

Además, construían otras edificaciones como templos o refugios para los animales. Son grandes muros de piedra volcánica que los aborígenes utilizaban como corrales para salvaguardar al ganado.

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