El plano inclinado es una máquina simple que consiste en una superficie plana que forma un ángulo agudo con el suelo y se utiliza para elevar cuerpos a cierta altura.

Tiene la ventaja de necesitarse una fuerza menor que la que se emplea si levantamos dicho cuerpo verticalmente, aunque a costa de aumentar la distancia recorrida y vencer la fuerza de rozamiento.

Las leyes que rigen el comportamiento de los cuerpos en un plano inclinado fueron enunciadas por primera vez por el matemático Simón Stevin (1548 - 1620), en la segunda mitad del siglo XVI.

Podemos determinar que cualquier plano inclinado tiene varias funciones. Así, en primer lugar, tenemos que exponer que se puede utilizar como rampa para, elevar una masa concreta reduciendo el nivel de esfuerzo que hay que realizar para lograr el objetivo. Un claro ejemplo de ello es cuando se colocan rampas en un camión para proceder a introducir el ganado.

La segunda función clara que tiene cualquier plano inclinado es la ejercer como cuña. De esta manera se puede utilizar tanto para cortar como para apretar o incluso para separar o abrir algún elemento.

Es importante tener en cuenta que en el funcionamiento de esta máquina simple inciden diversas fuerzas, como la fuerza de gravedad, la fuerza normal (la fuerza de reacción que el plano ejerce sobre el cuerpo de acuerdo a la Tercera Ley de Newton) y la fuerza de fricción.

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