La prueba de A1c, que también se conoce como prueba de hemoglobina A1c o HbA1c, es una simple prueba de sangre que mide el promedio de los niveles de azúcar en la sangre de los últimos tres meses.

Es una de las pruebas que se usan comúnmente para diagnosticar la prediabetes y la diabetes, y es también la prueba principal que ayudan al paciente y a su equipo de cuidados de la salud a manejar su diabetes.

Los valores de A1c más altos se vinculan a las complicaciones de la diabetes; por eso, si se padece de diabetes, es muy importante que se alcance y mantengan los valores meta individuales de A1c.

La prueba de A1c mide el porcentaje de glóbulos rojos que tienen la hemoglobina cubierta de azúcar. Cuando el azúcar entra al torrente sanguíneo, se adhiere a la hemoglobina, que es una proteína que se encuentra dentro de los glóbulos rojos. Todas las personas tienen algo de azúcar pegada a la hemoglobina, pero las personas con niveles más altos de azúcar en la sangre tienen más.

La prueba se hace en el consultorio de un médico o en un laboratorio con una muestra de sangre que se obtiene mediante la punción de un dedo o del brazo.

La prueba de A1c es una herramienta importante para el manejo de la diabetes, pero no reemplaza el monitoreo del azúcar en la sangre que se hace regularmente en la casa. Los niveles de azúcar en la sangre suben y bajan a lo largo del día y la noche, y la prueba de A1c no capta estos cambios.

Más información: www.cdc.gov