El anemómetro o anemógrafo, es un aparato meteorológico utilizado para medir la velocidad del viento y así ayudar en la predicción del tiempo.

Miden la velocidad instantánea del viento, pero las ráfagas de viento desvirtuan la medida, de manera que la medida más acertada es el valor medio de medidas que se tomen en intervalos de 10 minutos.

Por otro lado, nos permite medir inmediatamente la velocidad pico de una ráfaga de viento. Por lo que en actividades deportivas a vela es muy indicado.

Existe gran diversidad de anemómetros:

- Los de empuje están formados por una esfera hueca y ligera (Daloz) o una pala (Wild), cuya posición respecto a un punto de suspensión varía con la fuerza del viento, lo cual se mide en un cuadrante.

- Los de rotación están dotados de cazoletas (Robinson) o hélices unidas a un eje central cuyo giro, proporcional a la velocidad del viento, es registrado convenientemente, en los anemómetros magnéticos, dicho giro activa un diminuto generador eléctrico que facilita una medida precisa.

- Los de compresión se basan en el tubo de Pitot y están formados por dos pequeños tubos, uno de ellos con orificio frontal (que mide la presión dinámica) y lateral (que mide la presión estática), y el otro sólo con un orificio lateral. La diferencia entre las presiones medidas permite determinar la velocidad del viento.

Se utilizan en agricultura, aviación, ingeniería civil, industria, ciencia, trabajos y deportes en el exterior, ventilación, entre otros usos.

Más información: es.wikipedia.org