El 28 de noviembre de 1979, un avión turístico de la aerolínea estatal Air New Zealand, que transportaba a 257 personas, se estrelló de frente contra el monte Erebus en la Antártida, no hubo sobrevivientes.

Air New Zealand había comenzado a operar vuelos panorámicos sobre la Antártida solo dos años antes, y habían sido un gran éxito.

Ese día, alrededor del mediodía, el piloto, realizó dos grandes vueltas a través de las nubes para bajar el avión a aproximadamente 610 metros de altura y así poder ofrecer a sus pasajeros una mejor vista.

Dado que asumía que estaba siguiendo la misma trayectoria que en los vuelos anteriores, no anticipaba problemas. Pero en lugar de ver hielo y nieve a la distancia, lo que vieron en la cabina fue la montaña justo delante de ellos. Sin tiempo para elevarlo, seis segundos después la nave se estrelló directamente contra el lado del volcán.

Se han determinado dos razones principales como la causa del accidente.

Una, la computadora del avión tenía una ruta de vuelo distinta de la que creían tener los pilotos. La tripulación pensó que su ruta era la misma que en los vuelos anteriores, sobre hielo y agua en el estrecho de McMurdo, cuando en realidad estaban volando sobre la isla Ross y el volcán Erebus.

La otra, fue un fenómeno climático conocido como "whiteout" (una especie de resplandor), que hace que la luz que hay entre la nieve o el hielo de la parte inferior y las nubes en lo alto se vea blanca, creando la ilusión de buena visibilidad.

Más información: www.bbc.com