Las rémoras son peces marinos, cuya peculiaridad es que que se adhieren a otros animales marinos más grandes - tiburones, tortugas, ballenas, etc. - usándolos como medio de transporte y para alimentarse de los restos de su comida. Se los encuentra en todos los océanos del mundo.

Algunos presentan gran especificidad por la especie de hospedador al que se pegan, en tanto que otros cambian fácilmente de transportador, pudiendo despegarse a menudo para comer.

Tienen el cuerpo alargado, llevando en la cabeza aplastada un característico "disco de succión", el cual lleva entre 10 y 28 láminas transversales móviles que les permite aferrarse con fuerza a la piel de otro animal grande. Las aletas no presentan espinas y carecen de vejiga natatoria direccional (*).

En la antigüedad, se creía la leyenda que la rémora podía adherirse a un barco e impedir que este navegara. En un relato notable de Plinio el Viejo , la rémora es culpada por la derrota de Marco Antonio en la batalla de Actium, e indirectamente por la muerte de Calígula.

(*)La vejiga natatoria es un órgano de flotación que poseen muchos peces óseos. Se trata de una bolsa de paredes flexibles llena de gas, justo bajo la columna vertebral. Los peces óseos tienen un peso específico ligeramente por encima del agua. La vejiga natatoria controla la flotabilidad neutral del pez en el agua, sin la necesidad de un esfuerzo muscular.

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