Una dolina es un tipo especial de depresión geológica característica de los relieves kársticos; una forma de relieve generada por la meteorización química de ciertas rocas formadas por minerales solubles en agua: caliza, alijez y dolomía.

En esloveno, idioma originario el término, dolina significa valle o depresión.

Las dolinas se encuentran, normalmente, en regiones en las que las rocas se encuentran compuestas por caliza y arcilla y, en menor medida, en zonas calcáreas.

El anhídrido carbónico de la atmósfera se combina con el agua de la lluvia y forma ácido carbónico y al contactar con el carbonato cálcico de las calizas y las arcillas lo transformará en bicarbonato cálcico, que sí será soluble en el agua, por tanto, la arcilla quedará libre y se depositará en las zonas más bajas del relieve formando las dolinas o depresiones.

Existen diversos tipos de dolinas: dolina de disolución (son el producto de la pérdida del suelo; disuelto por las aguas pluviales que primero se encharcan y finalmente se infiltran), dolina de hundimiento (al hundirse el terreno sobre una cavidad, por el desplome del techo de la misma), dolina de platillo o cubeta (cuando presentan un fondo plano y no demasiado profundo), dolina de embudo (en forma de embudo; normalmente se comunica con la sima que comunica con la superficie en cuestión).

A la unión de muchas dolinas se la denomina uvalá y cuando la unión es una mayor escala que la uvalá se la llama polijé.

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