La cesura, es una interrupción, pausa, espacio o corte propia de los textos poéticos que se aplica sobre un verso tras el acento métrico que regula su armonía. Este recurso que obliga a cortar o fracturar la lectura de una frase suele aprovecharse para despertar emociones y añadirle profundidad dramática a la obra. Dentro de las composiciones latinas y griegas, además, la cesura es la sílaba que marca el final de una palabra y permite comenzar otro pie.

Licencia poética en la que dentro de un verso se produce una pausa dividiéndolo en dos partes llamadas hemistiquios. Es propio de versos de once o más sílabas. La cesura se puede emplear para:

-realizar una pausa para poder respirar.

-impedir sinalefas, crear misterio, reflexión o dramatismo. Una sinalefa es una figura de transformación que consiste en pronunciar con un solo golpe de aire la última sílaba de una palabra que termine en vocal y la primera de la siguiente, si es aguda o h. Por ejemplo: el verso "Los hombres de antaño..." se pronuncia en voz alta de la siguiente manera: los / hom / bres / dean / ta / ño.

-ajustar la métrica del verso.

Cabe resaltar que cada cesura determina la identificación de un hemistiquio, es decir, cada parte en la cual se separa un verso.

Algunos ejemplos:

-No persigo su admiración, es cierto - sí pretendo, al menos, su respeto.

-No esperes nada de boca del sabio - los mayores secretos no salen de sus labios.

-Mozart-oh, ¡cómo tu música me hace volar!

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