Los trabalenguas son oraciones o grupos de oraciones que se caracterizan por ser dificultosas en su pronunciación, por lo que su pronunciación de corrido puede constituir un reto. Por ejemplo: El caricaturista me caricaturizó.

La similitud fonética entre las palabras dará lugar a una obligada interrupción mientras se pronuncia. Son habituales en los trabalenguas las rimas, cacofonías y palabras largas, incluso palabras que no existen pues resultan de la transformación de un sustantivo en verbo o en adjetivo.

De esta manera, los trabalenguas tienen una naturaleza lúdica y es habitual que sean conocidos por los niños, en la medida de que repitiéndolos una y otra vez adquieren cierta destreza en la pronunciación y amplían un poco más su vocabulario.

Los trabalenguas existen desde tiempos remotos y hay registros de ellos en prácticamente todos los idiomas conocidos, por lo que se puede pensar en que es algo propio de la naturaleza humana el hecho de jugar y desmembrar las palabras.

Ejemplos de trabalenguas populares:

Tres tristes tigres tragaban trigo en tres tristes trastos en un trigal, en un trigal tres tristes tigres tragaban trigo en tres tristes trastos.

Un podador podaba la parra y otro podador que por allí pasaba le preguntó: Podador que podas la parra. ¿Qué parra podas? ¿Podas mi parra o tu parra podas? Ni podo tu parra, ni mi parra podo, que podo la parra de mi tío Bartolo.

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