Un quero, frecuentemente escrito como kero, es un vaso ceremonial usualmente de madera de forma troncocónica, más ancho por la boca que por la base. Típico en varias culturas surandinas. Se denominaban también como bebedores de palo y cáliz de madera.

Los incas lo utilizaban para beber líquidos, como el alcohol, la chicha. Pueden ser de madera, cerámica, plata u oro. Se usaban frecuentemente en ceremonias o fiestas andinas.

Estaban decorados en la primera capa con un patrón superficial sobre la copa, luego el patrón era rellenado con una mezcla durable resistente al agua, la resina de la planta, y pigmentos tales como el cinabrio. Se rellenaban con formas de triángulos, cuadrados y diamantes.

Son generalmente decorados con diseños geométricos lujosos, pintados a mano, que siguen las técnicas tradicionales de la cerámica Pisac. Otros son pintados con escenas narrativas sobre acontecimientos históricos.

La producción de estos vasos alcanzó su apogeo entre 1000 y 1200 d.C. y continuó después del contacto europeo. Se pueden encontrar en Moquegua (Perú), en el Museo Contisuyo, en donde hay una exhibición.

Los incas hacían estos vasos en pares idénticos, siguiendo la costumbre para que dos personas puedan beber juntos, con idéntico tamaño, forma y decoración. Muchas veces se utilizaban como regalos del inca.

La importancia política de los keros se destaca por los enormes retratos de piedra que se pueden encontrar en el epicentro del centro imperial de Tiwanaku.

Más información: learn.ncartmuseum.org