Pedofobia, proviene del griego "paidós" (niño) y "phobos" (fobia o miedo) y significa miedo o temor a los niños.

La persona afectada siente un miedo irrefrenable y constante hacia todos los niños o bebés. Cuando tiene a pequeños cerca, sufre importantes episodios de ansiedad, aun sabiendo que ese temor no tiene ningún fundamento o sentido.

El afectado también puede sufrir hipertensión, dolor en el pecho, pesadillas y hasta vómitos cuando ve niños a su alrededor o tiene que dirigirse a ellos.

Las personas con esta afección que se dedican a la educación les resulta imposible dar clases a alumnos menores de 14 años.

Sin embargo, si no logran demostrar clínicamente que sufren este problema y se ven obligados a dar clase a niños pequeños, estos profesores pueden acabar sufriendo graves trastornos físicos y psicológicos a largo plazo.

No se sabe con exactitud qué la provoca. El origen de muchas fobias se encuentra en el propio trastorno de ansiedad que va generando miedos y temores irreales. Aunque este pánico a los niños puede estar motivado por alguna experiencia traumática. Haber vivido experiencias desagradables en la infancia puede ser un motivo para desarrollar este trastorno.

También puede ocurrir si se ha vivido un episodio delicado con algún niño, como un accidente, por ejemplo, o incluso una muerte.

La terapia elegida por el profesional tendrá el objetivo de encontrar el origen de ese miedo a los niños para a partir de ahí trabajar en el aspecto conductual.

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