A la artrosis de las caderas se le llama coxartrosis. Las personas con este padecimiento pueden sentir dolor en las caderas, en las ingles, en la parte interior de los muslos o en las rodillas, rigidez e incapacidad grave.

Limita mucho los movimientos y el acto de agacharse. El resultado es que actividades de la vida diaria como vestirse y el cuidado de los pies pueden resultar casi imposibles.

Es una enfermedad frecuente que afecta al 2-4% de la población de más de 40 años, sin predominio en cuanto al sexo.

Es responsable de dolores y discapacidad para la marcha. Es la causa que lleva a la implantación de gran número de prótesis totales de cadera.

El hallazgo de la enfermedad depende casi siempre de la aparición de forma progresiva de dolores mecánicos en el pliegue inguinal, la cara anterior del muslo o la nalga. El diagnóstico es básicamente clínico (limitación dolorosa de las amplitudes de la cadera) y radiológico (pinzamiento de la articulación coxofemoral y osteofitosis cefálica femoral y/o acetabular).

Debe realizarse una búsqueda sistemática de una malformación estructural (displasia, protrusión acetabular, conflicto anterior).

El tratamiento médico implica la asociación de métodos ortopédicos (kinesiterapia, pérdida de peso, dispositivos de ayuda para la marcha) y farmacológicos.

El objetivo de estos últimos es aliviar el dolor: analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos, infiltraciones intraarticulares, tratamientos antiartrósicos de acción lenta.

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