La anorexia nerviosa es, junto con la bulimia, uno de los principales trastornos alimentarios. Las personas que padecen de anorexia tienen inmenso temor a subir de peso, por lo que limitan de forma extrema la cantidad de comida que ingieren, a fin de reducir su peso corporal a un nivel enfermizamente bajo.

La anorexia nerviosa es un trastorno, y no debe confundirse con el síntoma también llamado anorexia. El término anorexia proviene del griego 'a-/an-' (negación) + 'órexis' («apetito», «hambre»; «deseo»), y se emplea, en general, para describir la inapetencia o falta de apetito;​ este síntoma puede ocurrir en circunstancias muy diversas, tales como estados febriles, enfermedades generales y digestivas o simplemente en situaciones transitorias de la vida cotidiana. La anorexia por lo tanto es un síntoma que puede aparecer en muchas enfermedades.

Por el contrario, la anorexia nerviosa no es un síntoma, sino un trastorno específico caracterizado por una pérdida autoinducida de peso, acompañada por una distorsión de la imagen corporal, cuya presencia es indicativa de un estado patológico diferente del individuo, y puede tener consecuencias muy graves para la salud.

La anorexia es muy común en las adolescentes, aunque la enfermedad puede presentarse a cualquier edad. Aproximadamente una de cada 250 mujeres y uno de cada 2 000 hombres tienen anorexia en algún momento en la vida.

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