El vórtice polar es un ciclón persistente a gran escala situado cerca de las zonas polares terrestres y se ubican en la media y alta troposfera y la estratosfera.

En la capa más baja de la atmósfera: la troposfera, donde ocurren los fenómenos meteorológicos hay un vórtice polar que gira y da la vuelta al planeta durante todo el año, una corriente en chorro que a veces se denomina vórtice circumpolar.

Es grande y a menudo desciende a latitudes medias, la región superior a los trópicos e inferior al Ártico (en Norteamérica se encuentra entre la zona central de México y el norte de Canadá) y se mueve de oeste a este.

En la capa atmosférica superior, de 16 a 48 kilómetros de altitud, se encuentra el vórtice polar estratosférico, donde cada invierno un Ártico privado de luz solar teje una masa de aire frío que a la larga, se disipa en primavera.

Es mucho más pequeño que el vórtice que está debajo y gira de oeste a este sobre el Polo Norte.

Aunque ambos sistemas pueden influir en nuestro tiempo atmosférico, la perturbación del vórtice de la estratosfera es lo que podría traernos un tiempo invernal.

Si las temperaturas se acercan demasiado (algo que provocaría un calentamiento repentino), empieza a desviarse de su trayectoria y a desplazarse hacia el sur, empujando el vórtice inferior.

El aire caliente de la atmósfera inferior, así como el aire más frío, bloquean los vientos de la corriente en chorro que fluyen rectos, como si fueran coches de choque atmosféricos.

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