En 1907 el arqueólogo británico Cecil Mallaby Firth, durante una excavación en un antiquísimo cementerio nubio, encontró una sepultura con los restos de un hombre desconocido entre los objetos de ajuar había un huevo de avestruz con unos signos extraños y a la vez, familiares.

Esta fascinante cáscara de huevo conservada en el Museo de Nubia, en Egipto, muestra, entre otras ilustraciones, 3 triángulos puntiagudos que, según algunos expertos, representan las pirámides más destacadas del antiguo Egipto en la meseta de Guiza.

Se cree que la cáscara de huevo data de alrededor del 5000 antes de Cristo, lo que significa que la ilustración tiene al menos 7000 años de antigüedad.

El peculiar huevo se cree que data de la cultura Naqada I, y el contenido de la tumba donde se encontró sugiere que los artefactos de la tumba se remontan a 7 000 años.

Los antiguos egipcios cazaban avestruces desde la época predinástica. Sus huevos se usaban ampliamente durante este periodo para diversos fines.

El contenido de los huevos servía como potencia nutricional y ayudaba a alimentar a la población, y sus cáscaras vacías servían como recipientes y lienzos para los artistas.

Aunque hay cientos de pirámides en Egipto, las de Guiza son las más famosas y prominentes. El artista antiguo, que la creó, tuvo la idea que grabarlas en un objeto utilizable y durable, como el huevo de avestruz.

Un examen detallado de la cáscara de huevo de avestruz revela otro símbolo que parece representar el río Nilo.

Más información: www.cadizdirecto.com